Papá no miente

Papá no mienteEn las últimas semanas esa frase se me ha sido bastante recurrente: “Papá no miente”, y es que la he usado en varias ocasiones con mi pequeño hijo Uziel.

Ayer mismo, la use, él quería un helado, pero teníamos que ir a otra parte antes de poder ir y comprar el helado.

Así que le dije: “Hijo, después de hacer lo que tengo que hacer, te llevo a comprarte el helado”, el se quedo un poco tranquilo y yo cerré el momento diciéndole: “Recordá que papá no miente”, el entonces sonrió y me dijo: “¡Sí!”, como aprobando mi frase.


Luego de hacer lo que tenía que hacer, que por cierto me tarde más de lo que esperaba, me dirigí hacia la venta de los helados, antes de entrar le dije: “Vez, te dije que te traería, papá no miente”, en ese momento con su carita de felicidad me respondió: “¡Si, Helado!”.

Cada vez que le prometo algo a mi hijo se que se lo prometo porque sé que se lo cumpliré, entonces cada vez que le digo la frase: “papá no miente”, hay algo dentro de mí que me recuerda que si yo en cosas tan sencillas como esas le digo a mi hijo que le cumpliré, aun siendo imperfecto, se y tengo la convicción que no le quedare mal, ¿Cuánto más nuestro Padre Celestial nos cumplirá?

Y es que muy seguido le prometo cosas a mi hijo, que se que se las cumpliré, y de hecho trato de nunca quedarle mal, de siempre cumplirle, porque me llena de satisfacción ver su carita feliz al ver que su padre le cumplió lo que le prometió.

No dejo de pensar en lo que Dios es capaz de hacer, no dejo de comparar cuan seguro debería estar de que Dios cumplirá sus promesas sobre mi vida, y es que Dios no miente, la Biblia lo dice claramente:

“Dios no es un hombre, por lo tanto no miente. Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?” Números 23:19 (Nueva Traducción Viviente)


Por lo que recuerdo nunca le he hecho una promesa a mi pequeño hijo sin cumplirla, Uziel cumplirá tres años en Junio y hasta la fecha he tratado de prometerle cosas que sé que podre cumplir. Dios es mejor aun cumpliendo sus promesas, El jamás va a prometer algo que no cumplirá, jamás te hará una promesa solo por hacerla, si El te promete algo es porque ha de cumplirlo en un tiempo perfecto.


Quizá los últimos días has estado dudando sobre esa promesa que Dios te dio hace un tiempo, quizá has pensado que son solo ideas tuyas, que Dios no te ha prometido nada o que por tu falta de fidelidad a Él ya no cumplirá lo prometido.


Y es que tenemos que entender que Dios en su Naturaleza Divina trabaja o actúa de forma muy diferente a nuestra naturaleza humana e imperfecta. Dios siempre está dispuesto a cumplir lo prometido, pero también depende de nosotros creerlo y hacerlo por hecho. La Biblia habla sobre Abraham y dice lo siguiente: “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia” Gálatas 3:6 (Reina-Valera 1960).


Cuando nosotros somos capaces de creer lo que Dios ha prometido, tenemos que tener la certeza de que Dios no nos quedara mal, que El actuara, que El cumplirá, que no existe nada ni nadie que pueda evitar que El cumpla lo prometido.


Hoy quiero animarte a que le creas a Papá, El jamás miente. Cuando el nos prometa algo, debemos sonreír y sentirnos confiados de que eso ya está hecho. Cuando Dios promete es como que firmara el contrato de eso que te prometido y lo ha dado por hecho, por esa razón, confiemos, gocémonos en la bondad de Dios, gocémonos en su Fidelidad incomparable y en el hecho de que a su tiempo veremos su promesa cumplida.


No desmayes, no tires la toalla antes de tiempo, no quieras colgar los guantes, porque si El te lo prometió, entonces simplemente sonríe, y sobre todo espera, porque Papá no miente. El Cumplirá cada palabra de su promesa.

Recuérdalo siempre: “¡Papá no miente!”

 

Autor: Enrique Monterroza

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¿Eres un Cristiano desanimado?

Jueves, 21 de Abril de 2011 08:56

¿Eres un Cristiano desanimado?Cuando estamos heridos, cuando nos sentimos solos, temerosos, y abrumados por las circunstancias que van más allá de nuestro control – rápidamente nos apartamos de la única fuente de paz y victoria, y buscamos maneras y recursos humanos.

¡Qué trágico! Sabemos que Dios está todavía en el trono esperando que lo llamemos. Sabemos que la respuesta a todas nuestras necesidades se encuentra sólo en Dios, cuando nos encerramos con él. Aún lo confesamos a nuestros amigos espirituales, “¡Yo sé que tengo que orar!

¡Sé que Dios tiene la respuesta! ¡Sé que necesito derramarlo todo ante su presencia!”

La peor clase de desánimo es entregarnos al miedo y desesperación mientras ignoramos la majestuosidad y fidelidad de un amoroso Padre. Dios le dijo a Israel, “…Os he hablado desde el cielo…en todo lugar donde yo haga que se recuerde mi nombre, vendré a ti y te bendeciré” (Éxodo 20:22, 24). Pero Israel respondió, “Dios se ha olvidado (de ser misericordioso)” (Salmo 10:11). “Pero Sión ha dicho: Me dejó Jehová, el Señor se olvidó de mí” (Isaías 49:14).

¿Es usted un cristiano desanimado? Usted lo es, si ignora las majestuosas promesas del Señor y duda que Dios hace lo que Él dice. Él ha prometido, “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? ¡Aunque ella lo olvide, yo nunca me olvidaré de ti! He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros” (Isaías 49:15-16)

Usted estará deprimido si continúa llevando cargas innecesarias de culpabilidad, temor, soledad, ansiedad, e inquietud, simplemente porque usted rehúsa descansar en las grandes y preciadas promesas del Señor. Dios no se está burlando de sus hijos cuando les promete, “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

Dios no está mintiendo cuando promete, “Los ojos de Jehová están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos…Claman los justos y Jehová oye y los libra de todas sus angustias” (Salmo 34:15 y 17).

No nos impacientemos actuando de acuerdo a nuestros sentimientos. Cuando nos metemos en problemas y clamamos a Dios por misericordia y ayuda, todo el cielo se moviliza en beneficio nuestro. Si el Señor nos dejase ver en el mundo espiritual para contemplar las cosas buenas que él está preparando para aquellos que claman a él y confían en él, sería un espectáculo increíble para nuestros ojos.

Comentarios: 1
  • #1

    nicole (viernes, 23 agosto 2013 14:27)

    nicole

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